Después de una buena experiencia con la huerta de invierno, nos disponemos a a sacar adelante los mayores tomates urbanos jamás vistos 😉
Repusimos el riego por goteo, rediseñamos el espacio teniendo en cuenta las nuevas zonas de luz y plantamos.
Al fondo, en hilera, dejamos las habas que todavía estaban dando sus frutos y no molestaban a sus nuevos vecinos.
Parece que daba bien el sol y aquello empezó a crecer, llenando de curiosos la verja que lo rodea.
Aquí, las cañas típicas de los tomates advierten el peso de los mismos.Tomates rosas, negros, de pera, de rama, berenjenas, calabacínes, pimientos, sandías…forman ahora esta pintoresca estación.
Actualmente estamos recogiendo las semillas de invierno, manteniendo los bancales y cosechando escalonadamente todo lo que esté maduro.